Tras unos días de calma...llega el regreso a casa, a la rutina, al quehacer diario...el ajetreo de una casa, con sus limpiezas, sus compras, su día a día...
Pero en el recuerdo reciente, está ahí...el mar.
El mar y sus olas, sus noches mágicas, su música, su ajetreo , sus gentes, su vida...
Los pueblos de la costa, que éstos días se llenan de vida, de ajetreo, de ruidos, de niños jugando en una plaza, de paseantes nocturnos, de tomarse un helado y disfrutarlo, de la brisa del mar que te roza la cara y te carga de energía positiva...¡¡de tantas cosas !!
Hace solo unas horas estaba en la playa, viendo como mi hija disfrutaba tantísimo con las olas del mar...
de estar con la familia, con amigos, con mi madre, que un año más ha podido disfrutar de sus hijas, que nos hacemos mayores y cada una tiene su vida, pero que la de ella es estar siempre a nuestro lado, cuidándonos como si fuésemos niñas de nuevo...una madre , que por mucho que uno crezca, siempre nos ve con ojos de protección, de amor sin condiciones, de mirar siempre por el bien de sus hijas, aunque pasen los años y peinen canas...
La familia, siempre la base de nuestra alegría, nuestros cimientos más fuertes, el amor y el cariño sin condiciones. Los padres, siempre sacrificados por sus hijos , tengan la edad que tengan...
Y pasa el día y poco a poco, nos vamos metiendo en la noche, y poco a poco, van llegando las estrellas a nuestro horizonte... y poco a poco, llegará otro fin de semana en el que volver a compartir todo ésto y mucho más...
lunes, 16 de julio de 2012
viernes, 13 de julio de 2012
UNA BOLSA DE VIAJE
En una bolsa, en tan solo una pequeña bolsa de viaje, cuántas cosas podemos meter...
Pero no me refiero a la ropa, me refiero a la ilusión, a la alegría que se tiene mientras se prepara, al saber que durante unos días la rutina diaria desaparecerá y se disfrutará de cosas nuevas, de nuevas vivencias, de nuevas experiencias, de volver a oler a otro sitio, de volver a descubrir un nuevo y maravilloso mar, volver a meter en la bolsa de viaje la incertidumbre de cómo se lo pasará uno...
Volver a saborear los atardeceres desde la tumbona, volver a oler a sal y a sardinas asadas, volver a oler los olores de la playa, las cremas solares y la arena que se pega en los pies...
Volver a disfrutar de los paseos por la orilla del mar, pasear por la noche por ese paseo marítimo y ver la luna reflejada en el mar...disfrutar de todo eso...minuto a minuto...
Hay que disfrutar de lo que el día a día nos vaya trayendo... sin buscar nada más, sin hacer muchos planes que al final se pueden ir al garete...decidir algo y aprovechar la ocasión...
En una bolsa de viaje, cuántas cosas caben...
No nos dejemos atrás la compañía, lo más importante.
Disfrutar de todo eso siempre con las personas cercanas a uno...es lo maravilloso, ver en nuestras caras que un año más todos estamos de nuevo juntos, en ese entorno maravilloso que hemos elegido, y disfrutarlo.
Grandes y pequeños, varias generaciones unidas en torno al mar, al sol, la arena...y el amor. siempre el amor...rodeándolo todo con sus brazos...
Y cierro la bolsa de viaje, la dejo junto a la puerta, esperando a que mañana a primera hora, mis ilusiones se hagan realidad y nos esperen unos días maravillosos en la mejor compañía...
Pero no me refiero a la ropa, me refiero a la ilusión, a la alegría que se tiene mientras se prepara, al saber que durante unos días la rutina diaria desaparecerá y se disfrutará de cosas nuevas, de nuevas vivencias, de nuevas experiencias, de volver a oler a otro sitio, de volver a descubrir un nuevo y maravilloso mar, volver a meter en la bolsa de viaje la incertidumbre de cómo se lo pasará uno...
Volver a saborear los atardeceres desde la tumbona, volver a oler a sal y a sardinas asadas, volver a oler los olores de la playa, las cremas solares y la arena que se pega en los pies...
Volver a disfrutar de los paseos por la orilla del mar, pasear por la noche por ese paseo marítimo y ver la luna reflejada en el mar...disfrutar de todo eso...minuto a minuto...
Hay que disfrutar de lo que el día a día nos vaya trayendo... sin buscar nada más, sin hacer muchos planes que al final se pueden ir al garete...decidir algo y aprovechar la ocasión...
En una bolsa de viaje, cuántas cosas caben...
No nos dejemos atrás la compañía, lo más importante.
Disfrutar de todo eso siempre con las personas cercanas a uno...es lo maravilloso, ver en nuestras caras que un año más todos estamos de nuevo juntos, en ese entorno maravilloso que hemos elegido, y disfrutarlo.
Grandes y pequeños, varias generaciones unidas en torno al mar, al sol, la arena...y el amor. siempre el amor...rodeándolo todo con sus brazos...
Y cierro la bolsa de viaje, la dejo junto a la puerta, esperando a que mañana a primera hora, mis ilusiones se hagan realidad y nos esperen unos días maravillosos en la mejor compañía...
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